FONTE
Más de 200 trabajadorse de la fábrica textil SC Husana SA, en el municipio de Huşi, han rechazado comenzar su jornada el pasado jueves descontentos con sus condiciones laborales.
Los trabajadores se quejan de estar encerrados entre 10 y 12 horas en la fábrica, sin que les paguen las horas suplementarias, cobrando entre 400 y 500 lei al mes (es decir, entre 88 y 110 euros), y en octubre solamente han recibido la mitad. El menor salario recibido hasta ahora fue el de septiembre, metiéndose cada trabajador en el bolsillo por un mes de trabajo 99 lei (apenas 20 euros).
Los trabajadores acusan, también, al sindicato de la empresa, que en vez de defender sus derechos es cómplice de los propietarios. Afirman haber denunciado su situación a la Inspección de Trabajo de la Provincia de Vaslui, pero nadie les ha hecho caso.
“Hemos reicibido este mes apenas 200 lei de sueldo, pero con los impuestos se nos ha ido todo. Nuestra situación es desesperada. No nos apañamos para nada. Alguien debe tomar medidas, porque así no se puede. Somos esclavos, no trabajadores", ha comentado uno de los huelguistas.
Hay que recordar que el salario mínimo legal en Rumanía para una jornada completa es de 205 euros al mes, es decir, 922 lei, una ley que en gran parte de los casos, a pesar de que supone unos salarios miserables en el contexto de la Unión Europea, con el que un trabajador no puede vivir con la más mínima dignidad, ni siquiera se respeta. Por cierto que el casco de los trabajadores de Huşi no es, ni mucho menos, único en Rumania, sino que es más habitual de lo que parece. En realidad, las estadísticas oficiales confirman que más de la mitad de los trabajadores rumanos viven, si sus patronos respetan la ley, cosa que no es nada habitual, con un salario menor de 230 euros al mes.
Es lo que tiene el capitalismo... Mientras un pequeño tanto por ciento de la población se ha lucrado durante estos últimos 25 años de neoliberalismo criminal de forma inconmensurable, en lo que podemos llamar un nuevo periodo de acumulación de la riqueza en pocas manos (de la enorme riqueza colectiva construida y atesorada por el pueblo durante los cuarenta años de socialismo), mientras los derechos, el bienestar y las posibilidades de supervivencia de los que trabajan ha sufrido, en dos décadas y media de dictadura del capital, una acelerada caida libre hacia la miseria y la semiesclavitud.
La noticia original en: adev.ro/ndjbck
Más de 200 trabajadorse de la fábrica textil SC Husana SA, en el municipio de Huşi, han rechazado comenzar su jornada el pasado jueves descontentos con sus condiciones laborales.
Los trabajadores se quejan de estar encerrados entre 10 y 12 horas en la fábrica, sin que les paguen las horas suplementarias, cobrando entre 400 y 500 lei al mes (es decir, entre 88 y 110 euros), y en octubre solamente han recibido la mitad. El menor salario recibido hasta ahora fue el de septiembre, metiéndose cada trabajador en el bolsillo por un mes de trabajo 99 lei (apenas 20 euros).
Los trabajadores acusan, también, al sindicato de la empresa, que en vez de defender sus derechos es cómplice de los propietarios. Afirman haber denunciado su situación a la Inspección de Trabajo de la Provincia de Vaslui, pero nadie les ha hecho caso.
“Hemos reicibido este mes apenas 200 lei de sueldo, pero con los impuestos se nos ha ido todo. Nuestra situación es desesperada. No nos apañamos para nada. Alguien debe tomar medidas, porque así no se puede. Somos esclavos, no trabajadores", ha comentado uno de los huelguistas.
Hay que recordar que el salario mínimo legal en Rumanía para una jornada completa es de 205 euros al mes, es decir, 922 lei, una ley que en gran parte de los casos, a pesar de que supone unos salarios miserables en el contexto de la Unión Europea, con el que un trabajador no puede vivir con la más mínima dignidad, ni siquiera se respeta. Por cierto que el casco de los trabajadores de Huşi no es, ni mucho menos, único en Rumania, sino que es más habitual de lo que parece. En realidad, las estadísticas oficiales confirman que más de la mitad de los trabajadores rumanos viven, si sus patronos respetan la ley, cosa que no es nada habitual, con un salario menor de 230 euros al mes.
Es lo que tiene el capitalismo... Mientras un pequeño tanto por ciento de la población se ha lucrado durante estos últimos 25 años de neoliberalismo criminal de forma inconmensurable, en lo que podemos llamar un nuevo periodo de acumulación de la riqueza en pocas manos (de la enorme riqueza colectiva construida y atesorada por el pueblo durante los cuarenta años de socialismo), mientras los derechos, el bienestar y las posibilidades de supervivencia de los que trabajan ha sufrido, en dos décadas y media de dictadura del capital, una acelerada caida libre hacia la miseria y la semiesclavitud.
La noticia original en: adev.ro/ndjbck
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